Estoy en plena forma

Me siento mejor, voy recuperando mi energia, noto que ya voy siendo yo mismo.
He vuelto a mi alegría, y a mis aventuras o desventuras habituales, y si no juzgar por vosotros mismos.

Lo he notado esta mañana al subir al ascensor.
Trabajo en el piso catorce de una finca en la que solo hay oficinas y despachos.
He entrado como de costumbre hasta el fondo del ascensor en mi esquina de siempre. Siempre vamos los mismos de todos los días a excepción de hoy que Jordi el abogado del sexto ha traído a su hijo y a su suegra porque tenían que ir al dentista que esta en el décimo.
En el tercero no sé por que motivo se ha llenado de gente que subía al sexto, total que me he quedado entre la suegra y el niño, quietecito en mi rincón.
Estaba yo repasando mentalmente la excusa que le daría a mi compañero para escaquearme de su boda, cuando he notado una mano que me cogía las pelotas.
He retenido la respiración para no gritar del susto y del terror de que lo que estaba sospechando fuera cierto. Os juro que no me atrevía a mirar para ver de quien era la mano, hasta que así como quien no quiere la cosa mirando de reojo he visto que era ella: LA SUEGRA.
Yo no sabía que hacer, en un momento me han venido un montón de cosas a la cabeza:
- Si le digo oiga señora quite su mano de mis huevos, me lo niega arma la de dios y quedo fatal.
- Si quito la mano sin decir nada puede que me diga oiga suélteme ¿pero usted que se ha creído?
- Si me salgo sin decir nada tengo que esperar y llego tarde.
- Si se cabrea y le da por apretar y retorcer me deja eunuco para toda la vida.
He optado por callarme y aguantar el “tirón” hasta que tuvieran que bajar, se me hacia interminable.
Al salir Jordi se ha despedido con un adiós la vieja me ha guiñado un ojo y el niño seguía mirándome mientras lo arrastraba su abuela de la mano.

Salir de esta aventura sin haber sufrido un trauma emocional grave es todo un logro, por lo cual me declaro curado de mi astenia primaveral.

MORALEJA: CUANTO MAS VIEJA MAS PELLEJA